Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son uno de los problemas que pueden ensombrecer la vida íntima. Cuando hablamos de cómo prevenirlas, muchas veces perdemos de vista que el tratamiento no es el último paso. Siempre hay una posibilidad de reinfección.
Un error bastante común es pensar que una vez que te curas de alguna ITS, estás a salvo de volver a adquirir esa misma infección. La realidad es que muchas ITS pueden regresar si te expones nuevamente a ellas, a esto se le llama reinfección. Conoce aquí cómo puedes evitarlo.
Información y acción
El primer paso para evitar una reinfección es conocer bien las ITS. Algunas, como el herpes y el VIH, no tienen cura, pero existen tratamientos efectivos para controlarlas y reducir el riesgo de transmisión. Otras ITS, como la gonorrea, la clamidia o la sífilis, se pueden curar con un tratamiento de antibióticos, pero eso no significa que no puedas adquirirlas de nuevo en otro momento de la vida.
Como sabes, usar condón es una de las mejores formas de prevenir tanto la infección inicial como una posible reinfección. Los condones, tanto externos como internos, reducen en gran medida el riesgo de transmisión de muchas ITS, como las que se transmiten por contacto con fluidos sexuales. Sin embargo, es importante recordar que algunos tipos de ITS, como el herpes o el VPH, pueden transmitirse a través del contacto piel con piel, por lo que el condón tiene sus límites en cuanto a la protección en estos casos.
Para evitar una reinfección, hablar es importante
Promover una comunicación honesta con tu pareja o parejas sexuales es otro aspecto crucial en la prevención. Hablar sobre el historial de ITS de cada quien y negociar el uso del condón podría ser incómodo al principio, pero es una de las formas más efectivas de prevenir la transmisión y reinfección. Si ambas personas saben su estado de salud y los riesgos, pueden tomar medidas conjuntas para protegerse mutuamente.
Sin embargo, la iniciativa de hacerse pruebas de ITS antes de involucrarse sexualmente o con el fin de tener sexo sin condón no es tan buena idea. Esa acción parte de un acuerdo de exclusividad, es decir, que los miembros de la pareja estarán solo uno con el otro de aquí en adelante, pero basta sólo con que uno de ellos rompa ese acuerdo para que haya oportunidad de que las infecciones lleguen. Mencionar esto no es querer promover la desconfianza, sino que te prepares para un panorama más realista de las relaciones de pareja.
La ciencia médica te protege de la reinfección
Además de usar condón y mantener la comunicación, hacerte pruebas de ITS de forma periódica también ayuda a protegerte y, por añadidura, a proteger a otras personas. Es un hecho que algunas ITS pueden no causar síntomas, por lo que la única forma de saber si tienes una ITS o si te has reinfectado es haciéndote pruebas regularmente, sobre todo si tienes relaciones sexuales con más de una pareja o no utilizas siempre el condón.
Detectar a tiempo una ITS no sólo te permite recibir el tratamiento adecuado, sino que también ayuda a evitar que la transmitas a otras personas, evitando el contacto sexual por el breve tiempo que dura el tratamiento.
Así, el tratamiento adecuado y completo de cualquier ITS también juega un papel importante en evitar una reinfección. Debes seguir al pie de la letra las indicaciones médicas cuando te receten antibióticos u otros tratamientos. No suspendas el tratamiento antes de tiempo, aunque “ya te sientas bien”, pues es necesario eliminar completamente la infección y reducir el riesgo de complicaciones o resistencia a los medicamentos.
Recuerda, si ya te has curado de una ITS, no significa que tengas una especie de “vacuna” contra esa infección. Si vuelves a exponerte al mismo agente puede llevar a una reinfección, por lo que deberías mantener en tu mente la prevención. Tener relaciones sexuales con una pareja nueva o no protegida te expone a un nuevo riesgo, incluso si ya superaste una infección previamente.
Tu bienestar es lo más importante
Toma en cuenta que el autocuidado frente a las ITS no sólo involucra tu salud física, sino también tu bienestar emocional. No debes sentir culpa o vergüenza por haber tenido una ITS o por querer protegerte de una reinfección. Proteger la salud sexual es parte de una vida saludable y tomar decisiones informadas muestra autocuidado, no debilidad.
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