Mezclar la pastilla azul y poppers puede ser muy tentador cuando estás en un contexto en el que quieres disfrutar de tu sexualidad al máximo. Una fiesta sexual, un bar o un evento de música electrónica podrían ser el escenario donde tengas al alcance ambas drogas, pero hay detalles importantes que deberías tomar en consideración antes de lanzarte de lleno.
Un químico de alta intensidad
Los poppers son una droga que se caracteriza por su capacidad para intensificar las sensaciones y favorecer la dilatación del esfínter anal. Es por esto que son muy usados entre las personas, especialmente hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, pues permiten disfrutar de una penetración anal sin las molestias que a veces pueden presentarse.
Esta droga está formada por compuestos químicos nitrogenados (como el nitrito de amilo, isobutilo o butilo) que se encuentran en forma líquida y se evaporan muy fácilmente. Por ello, la forma de consumirlo es inhalándolo. Se absorbe en pocos segundos en el organismo y funciona como vasodilatador, es decir, relaja los vasos sanguíneos, además de que disminuye la presión arterial.
El efecto dura apenas un par de minutos, por lo que quienes lo consumen tienden a tomar varias dosis en una misma sesión.
Poppers: cuándo, cómo y cuánto
Debido a que tienen una forma muy volátil, es difícil saber la dosis que estás inhalando y de esta forma llegar a consumir más de lo conveniente. El sitio web Energy control, especializado en el consumo más seguro de drogas estupefacientes, recomienda espaciar lo más posible las dosis en una misma sesión, ya que mientras menos tiempo pase entre dosis es mayor la probabilidad de que aparezcan efectos no deseados. Preferiblemente, las inhalaciones deben durar pocos segundos y no hacer más de dos en una misma toma.
Entre los efectos adversos de los poppers están dolor de cabeza, mareo, taquicardia, aturdimiento y el desarrollo de tolerancia, lo que quiere decir que paulatinamente necesitarás más dosis para lograr el mismo efecto.
Otros efectos negativos más graves (aunque no frecuentes) pueden ser vómito, desmayos, alteraciones de la visión (debidas a una alteración física del ojo), aumento de la presión dentro de los ojos, paranoia o alucinaciones.
Nunca mezcles la pastilla azul y poppers
Combinar los poppers con otras drogas psicoactivas genera interacciones químicas que afectan, principalmente, al sistema circulatorio del cuerpo. Ya sea que los mezcles con sustancias que deprimen el sistema nervioso central, como el alcohol o la marihuana, o con sustancias estimulantes como la cocaína o las metanfetaminas, estarás sometiendo al sistema cardiovascular a un esfuerzo extra, que se vuelve más intenso y riesgoso mientras mayor sea la dosis y la frecuencia de consumo de la mezcla
Pero ya que el principal uso de los poppers es en contextos sexuales, podría darse una combinación especialmente riesgosa con la pastilla azul. Este fármaco, destinado para el tratamiento de la disfunción eréctil, también suele usarse de forma recreativa, por lo que no es raro que se encuentre circulando en fiestas de sexo.
La pastilla azul y poppers son ambos vasodilatadores, por lo que al consumirlos simultáneamente se provoca una caída repentina de la presión arterial, que se mantendrá baja durante unos minutos. Como lo explica el sitio Euro Poppers, esto forzará al cuerpo a compensar, palpitando más rápido y durante más tiempo de lo normal. Además, si esto le sucede a una persona que no está acostumbrada a los esfuerzos físicos, el efecto es muy peligroso e incluso puede ser mortal.
Los fármacos contra la disfunción eréctil tienen efectos prolongados (desde 4 horas hasta 2 o tres días, según el medicamento), por lo que es mejor poner atención y no consumir poppers mientras esas sustancias no se han eliminado del organismo.
El resumen es: nunca mezcles la pastilla azul y poppers, ya que los efectos secundarios pueden ir desde caída repentina de la presión sanguínea o ataques cardiacos hasta la muerte.
La pastilla azul y poppers arruinan la diversión
El uso de poppers u otras drogas recreativas es algo con lo que puedes encontrarte cualquier día en un espacio sexual. No porque esté disponible tienes la obligación de consumir, pero si decides hacerlo, toma en consideración los posibles riesgos y elige lo que mejor cuide de ti y de tu salud.
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