El verano es la temporada perfecta para disfrutar de la libertad, el placer y las nuevas experiencias, incluida una vida sexual activa y plena. Pero disfrutar al máximo no significa que haya que dejar de lado la responsabilidad y el cuidado personal, por el contrario, es esto lo que te dará la tranquilidad y seguridad para aumentar el disfrute.
Si lo piensas bien, esta puede ser tu oportunidad para explorar diversas prácticas sexuales que no son las más frecuentes, pero no por eso son menos satisfactorias. Con pequeños pasos y una comunicación abierta, es posible disfrutar de un verano inolvidable mientras cuidas de tu salud sexual.
El condón, ese viejo amigo
El condón es el aliado por excelencia para disfrutar del sexo seguro y sin preocupaciones. Al utilizarlo correctamente no sólo previene infecciones de transmisión sexual (ITS), sino que también evita embarazos no deseados.
Si crees que sabes bien cómo utilizarlo, analiza estos pasos: revisa la fecha de caducidad impresa; abre el empaque con cuidado, por uno de los extremos y nunca con un objeto filoso; presiona la punta para no dejar burbujas de aire y desenróllalo sobre el pene. Es importante que lo retires cuando aún hay una erección, para que el contenido no se derrame.
Un compañero inseparable del condón es el lubricante. Busca los que son de base agua o de silicona, ya que los de base aceite pueden dañar el látex. Aprovecha el verano para experimentar con condones de diferentes texturas o sabores y que la protección sea una parte divertida de la experiencia.
Placer más allá del sexo
El cuerpo ofrece mil posibilidades más allá de la penetración. Se le ha dado tal relevancia al coito que incluso se piensa que sin éste no puede haber actividad sexual, pero esto es falso. Las prácticas como los besos, la masturbación mutua o incluso el sexo oral (con barreras de protección, como condones o campos de látex) son alternativas seguras que pueden fortalecer la conexión sin comprometer la salud.
Por ejemplo, la masturbación mutua no sólo elimina el riesgo de ITS, sino que también te permite conocer mejor las preferencias y los límites de la otra persona. Estas alternativas no restan placer y son una forma eficaz de protegerte sin dejar de disfrutar.
Y para quienes prefieren mantener el contacto físico en niveles más “inocentes”, los masajes sensuales o los juegos eróticos con ropa pueden ser igualmente excitantes y aún más seguros.
Los acuerdos son la base del placer
Hablar abiertamente con tu pareja (ya sea estable u ocasional) es clave para disfrutar del sexo con confianza y respeto. Normalicemos las conversaciones sobre los límites, las preferencias y el uso de métodos de protección. Y ya en estos terrenos, debería ser frecuente preguntar acerca de pruebas de ITS recientes o acordar qué prácticas sexuales van a llevar a cabo.
En lo individual, el autocuidado también incluye escuchar a tu cuerpo y ser consciente de tu salud sexual. Si después de un verano alocado notas síntomas que no estaban, como irritación en los genitales, secreciones anormales o dolor, ve a una consulta médica.
Con responsabilidad y creatividad, el verano puede ser la temporada perfecta para experimentar y romper tabúes, mientras proteges tu salud y la de quienes te rodean.
Y recuerda que si quieres hacerte una prueba de detección de VIH o de alguna otra ITS, en AHF Chile las tenemos gratis para ti. Sólo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz tu cita ya.