Has estado esperando las vacaciones de fin de año con mucho entusiasmo. Viajar a otra ciudad te hará salir de la rutina y descansar realmente. Además, si tienes suerte, conocerás a alguien atractivo y podrías pasar algún tiempo coqueteando y, ¿por qué no?, haciendo algo de sexting.
El intercambio de textos e imágenes sexuales es una forma muy popular de relacionarse que, aparentemente, está libre de riesgos, ya que es imposible que se presenten infecciones de transmisión sexual o embarazos no planificados. Sin embargo, debes tomar en cuenta que surgen amenazas de otro tipo: contra tu privacidad y tu intimidad.
Sexting sí, violencia digital no
A veces, las imágenes privadas se vuelven públicas y no es por acuerdo de las dos personas involucradas. La difusión de este tipo de contenido está penada en cada vez más países, pero el avance de las leyes es lento si se compara con las consecuencias de estos actos: desde la divulgación no consentida de imágenes íntimas hasta la extorsión.
Pero no te preocupes, no estamos diciendo que debas evitar el sexting si es algo que realmente deseas y disfrutas. Más bien, te presentamos algunos consejos para practicarlo de forma más segura, sin ponerte en riesgo de enfrentar violencia digital.
Recuerda siempre que las bases para una relación íntima, aunque sea de tipo virtual, son el consentimiento y el respeto. Es tu derecho exigirlo de la otra persona, pero también es tu deber otorgárselo, evitando compartir lo que te envía si no te dice lo contrario mediante un acuerdo explícito y claro.
Cuidado con las pics no solicitadas
Imagina que conoces a alguien en una reunión de fin de año y comienzan a flirtear. Como dijimos antes, el primer aspecto clave para un sexting más seguro y placentero es el consentimiento mutuo. Antes de enviar o solicitar cualquier tipo de contenido explícito, pregúntale a la otra persona si le agrada la idea. Recuerda que un “sí” entusiasta es la única respuesta válida. Cualquier comentario que sea dudoso o forzado debe llevarte a dejar de lado la práctica.
De la misma manera, si es la otra persona quien toma la iniciativa, es necesario que cuente con tu aprobación para que esto sea un asunto de dos. Si te envía imágenes íntimas que tú no has solicitado ni has aceptado, hazle saber que no te interesa participar en ese intercambio. La otra persona debería respetar tu negativa, de lo contario, podría considerarse acoso.
El sexting se queda entre dos
Otro aspecto crucial es la privacidad. Si decides enviar imágenes o videos, cuídate de no incluir elementos que te identifiquen, como tu rostro, tus tatuajes o el fondo de tu habitación. Esto protege tu identidad en caso de que algo salga mal (y tus imágenes terminen rodando por la web).
Por otro lado, lo mejor es usar plataformas seguras para el sexting. Evita enviar contenido íntimo a través de redes sociales, ya que muchas de las más usadas, como Facebook e Instagram, suelen guardar o rastrear los datos.
Durante estas fechas de fin de año, las vacaciones pueden llevarte a un estado de relajación y alegría, pero no bajes la guardia. Si estás coqueteando con alguien nuevo, construye confianza gradualmente antes de compartir contenido íntimo. No sientas presión por responder de inmediato a una solicitud de envío de imágenes, en especial si no sientes la disposición. Tu seguridad digital y emocional siempre debe ser tu prioridad.
Recuerdos imborrables del sexting
Si ya has intercambiado fotos o mensajes y deseas continuar, considera un par de medidas técnicas para protegerte. Activa funciones como el cifrado de extremo a extremo en aplicaciones como WhatsApp. También, aprende cómo configurar mensajes para que desaparezcan después de cierto tiempo, esto añade una paso adicional de seguridad.
En caso de que quieras conservar las imágenes o videos que recibas, toma precauciones para el almacenamiento de este contenido íntimo. Guarda los archivos en carpetas cifradas o en dispositivos que solo tú controles. Evita almacenarlos en la nube, ya que estas plataformas pueden ser vulnerables a hackeos. Si estás de viaje, considera borrar este tipo de contenido de tus dispositivos portátiles, como el celular o la tablet, por si los pierdes o te los roban.
En general, nunca olvides que el sexting debe ser una experiencia divertida y positiva para ambas partes. Si sientes que alguien te presiona o que no estás disfrutando, es momento de detenerte y hablarlo. La comunicación abierta fortalece la relación (por muy temporal que sea) y facilita que ambas personas estén en la misma sintonía.
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