ONUSIDA ha liberado los datos de países correspondiente al 2020, fecha clave en la ruta de alcanzar un “2030 sin Sida”, ya que, en una situación de normalidad, habríamos estado más pendiente de conocer como habíamos avanzado en el logro de las metas “90-90-90” comprometidas a dicho año. Pero, la pandemia de la COVID19 vino a poner un gran paréntesis en la concreción de esos datos, una gran incógnita acerca de como se estaba comportando la epidemia del VIH en situación de cuarentenas y de un sistema de salud volcado a la respuesta de la nueva pandemia.
El informe da cuenta de la disminución de las pruebas de VIH producto de las restricciones impuestas para contener la pandemia de la COVID, así como la derivación a los sistemas de salud y el inicio de tratamiento para el VIH. Revela que un 65% de las nuevas infecciones, estimadas en 1.5 millones de personas, se produjeron entre los grupos de población clave; pero representan el 93% de las nuevas infecciones por VIH fuera del África Subsahariana.
Un hallazgo del informe es que los países que alcanzaron las metas “90-90-90” han sido líderes en la prestación de servicios diferenciados “donde los servicios basados en instalaciones se complementan con aquellos otros liderados por la comunidad” .
La situación del VIH en Chile.
Según el Informe de ONUSIDA, las personas estimadas que viven con VIH en nuestro país ascienden a 77 mil personas; de ellas, 70 mil ya conocen su estatus serológico, lo que corresponde a un 91%. Respecto del segundo pilar, 54 mil personas se encuentran en tratamiento y por último, el número de personas que tienen su carga viral suprimida asciende a 49 mil personas.
Es decir, tenemos una brecha de 16 mil personas que conocen su situación de vivir con VIH y no se encuentran en tratamiento; si comparamos con el total de personas estimadas que viven con VIH, la brecha aumenta a 23 mil personas. Esta brecha puede explicar un dato que es muy preocupante. Un 30% de los nuevos diagnósticos son en personas con CD4 <200 cells/mm3. Y un 48% son personas que presentan CD4 <350 cells/mm3.
Es decir, a pesar de las campañas de promoción del test de VIH, un tercio de los nuevos diagnósticos se encuentran en etapa sida, son diagnósticos tardíos; lo que implica que las campañas de promoción del test de VIH no están llegando a la población objetivo.
El informe no registra la información respecto de fallecimientos por VIH, aunque los datos anteriores revelaban que no había descendido con la velocidad esperada, se mantenía en un 3%, lo que es posible por este diagnóstico tardío.
Debemos avanzar con decisión en alcanzar a las personas que viven con VIH y conocen su estatus serológico que no están en tratamiento antirretroviral a que se integren al sistema de salud o que retornen en caso que iniciaron tratamiento y lo abandonaron. Pero junto con llamar a las personas a concurrir a los programas de VIH, es necesario que el Ministerio de Salud se aboque a una estrategia rápida que permita que las personas accedan a los exámenes necesarios para conocer su situación de salud. La Carga Viral Suprimida es un estado que se puede perder, por lo cual, la realización periódica de los exámenes es una necesidad urgente.